MITOS Y VERDADES SOBRE CIRUGÍA MAMARIA

1. Los implantes mamarios duran 10 años. FALSO

La vida de las prótesis mamarias es mucho más larga de lo que la sociedad cree.

Las prótesis que se están utilizando actualmente son de muy alta calidad y mucho más resistentes que los modelos de que disponíamos hace años. Aún así, es cierto que a partir de los 10 años el riesgo de alteración del implante aumenta y es preferible cambiarlo al notar cualquier variación. Sin embargo, esto no significa que haya mujeres que porten el mismo implante toda su vida sin tener ningún tipo de problema.

2. Las prótesis son perjudiciales para la salud. FALSO

Las prótesis no son perjudiciales para la salud. Existen estudios que han intentado asociar el implante de prótesis con enfermedades autoinmunes (cuando el sistema inmunitario se convierte en el agresor y ataca partes del propio cuerpo en vez de protegerlo), pero no se ha demostrado que una rotura del implante dé problemas de salud a nivel general. Asimismo, la idea de que un implante puede favorecer la aparición del cáncer de mama o que la prótesis puede interferir la realización de una mamo

gafía es falsa.

Hace unos años, se realizaron una serie de estudios comparativos en Estados Unidos que demostraron que no hay ningún tipo de relación entre cáncer y las prótesis de mama. Asimismo, está demostrado que los implantes no afectan a la realización de una mamografía. Lo que puede darse es que las mamografías necesiten alguna proyección más para cubrir los espacios que podrían tapar las prótesis; por eso, la paciente que se haga esta prueba debe avisar al médico quien deberá ejecutar una maniobra u otra para visualizar correctamente la mama.

Aunque los implantes de mama no provocan ninguna enfermedad ni están relacionados con un aumento de patología en la mama, nosotros realizamos una exploración anual. En dicho seguimiento se valora, además de la edad del paciente, las características de la mama, los antecedentes personales y los datos de la exploración. Teniendo en cuenta todo esto se realizan las pruebas de imagen necesarias para la correcta evaluación de su caso en cada momento: en la primera revisión se realizará una exploración física y una ecografía mamaria de alta resolución.

3. Los implantes no son dañinos para la lactancia. VERDADERO

La preocupación por la lactancia es muy frecuente entre las mujeres que se plantean la operación de aumento de pecho o las que ya han dado el paso y quieren ser madres. No existe ningún problema para amamantar al bebé con un implante mmario. La paciente que es sometida a este procedimiento puede lactar en un futuro, salvo casos excepcionales en los que por motivos propios de la mama esto no sea posible".

4. Se puede realizar deporte inmediatamente después de la operación. FALSO

El postoperatorio del aumento mamario no dista mucho de cualquier otro postoperatorio. Como en cualquier intervención, se deben tener en cuenta una serie de cuidados que en este caso repercuten directamente en la mama. Se podrán iniciar las actividades normales con cuidado de no efectuar movimientos forzados con los brazos, arcos de movimiento bruscos y exagerados, y evitando cargar objetos pesados al salir de la clínica.

Las axilas podrán depilarse una semana después de la mamoplastia y durante los primeros diez días son más recomendables las duchas rápidas que el baño para evitar al máximo el contacto del agua con las cicatrices.

El ejercicio físico y levantamiento de peso puede reiniciarse de manera progresiva al mes de la cirugía.

5. Se debe esperar 6 meses para operarse después del parto. VERDADERO

El periodo de espera para poder operarse de aumento mamario tras el embarazo depende de si ha habido lactancia o no después del parto. Si se ha amamantado al bebé, habrá que esperar un mínimo de 6 meses después del último día de lactancia para realizarse la operación quirúrgica. En caso que no haya habido lactancia, transcurridos 6 meses del parto la mujer podrá intervenirse sin ningún problema.

6. Llevar implantes requiere más cuidados. FALSO

Una mujer que se ha aumentado el pecho no requiere más cuidados que otra que no lleve prótesis. Los cuidados deben ser los mismos a fin de detectar a tiempo cualquier patología mamaria que pueda o no estar asociada a la presencia del implante. El control debe realizarse anual con ecosonograma mamario y/o mamografía si está indicada. Realizar la primera resonancia alrededor del décimo año de vida de la prótesis y a partir de entonces repetir las resonancias cada 5-10 años.